A comienzos del otoño de este año, un acontecimiento poco común se dio a lo largo de toda la costa argentina. Se trató de la presencia de cantidades inusuales de pingüinos en el momento del cambio de plumaje de invierno, extendiéndose el período más de lo usual.
Además, fue muy llamativa la cantidad de pingüinos de Penacho Amarillo, que tienen su asentamiento de reproducción continental en la Isla Pingüino, al norte de la provincia de Santa Cruz.
Este hecho llamó la atención de los estudiantes del Instituto Salesiano San José, de Río Gallegos. Su trabajo comenzó tomando como eje al Pingüino de Penacho Amarillo, ave emblemática e insignia de la localidad. De manera colectiva, los alumnos intentaron conocer los motivos de este hecho inusual, realizando la búsqueda y recopilación de información y asistiendo en la identificación de las aves que habían varado en la costa. Para ello, estuvieron acompañados por los guardafaunas del Consejo Agrario Provincial.
La hipótesis pone énfasis en que la extensión del fenómeno de El Niño, y su envergadura, superior a los años anteriores, afectó de sobremanera la temperatura de las aguas del Atlántico. Por ese motivo, el océano condicionó la fuente de alimentos de estas aves marinas, especialmente en un periodo tan crítico, previo a la migración invernal.
Para evitar que algo así vuelva a suceder, los estudiantes propusieron una serie de medidas de carácter preventivo, para que en ese caso se reduzcan al mínimo los riesgos para la población de pingüinos afectados.
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